Esta soy yo

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Concón, Quinta Región, Chile
Avenida Borgoño 21.000

martes, 8 de abril de 2008

LA DINÁMICA DEL TIEMPO EN CHILE


Podríamos decir, sin temor alguno, que somos un país privilegiado. En pocos lugares del mundo se puede encontrar toda la gama de climas repartida a lo largo del territorio. Viajando de norte a sur, de este a oeste, tenemos la maravilla de esta variabilidad, la misma que nos estimula a recorrer sus costas, sus lagos y su mar. No sólo tiene que ver con la franja de latitudes que ocupa Chile en el concierto del globo, sino que también su clima y los cambios en el tiempo están fuertemente influidos por el relieve de la Cordillera de los Andes, la Cordillera de la Costa y la presencia del gran océano Pacífico.

Para los que navegamos, es más que recomendable entender cuáles son los factores que condicionan el tiempo en Chile y cómo éstos interactúan, de manera que, existiendo algún que otro indicio, no tengamos temor en diagnosticar lo que está ocurriendo y pronosticar lo que vendrá. Por cierto, nadie exige que seamos meteorólogos, pero una sugerencia atinada, que tenga sentido, ciertamente puede salvar la situación. Así es que familiaricémonos con estos nombres, que son ni más ni menos que los centros de acción meteorológica en Chile y veamos cómo interactúan:

· El anticiclón del Pacífico Sur


· La Baja térmica continental


· El frente polar con sus depresiones dinámicas


El asunto es relativamente simple: Cuando actúa el anticiclón del Pacífico acercándose al continente, el frente polar (o depresiones dinámicas), se repliega hacia el sur y la baja térmica continental, (también conocida como vaguada costera), se mantiene en la zona más norte del país. Cuando el anticiclón baja al sur, la baja térmica se insinúa insidiosamente descendiendo desde el norte, cargando con neblinas y lloviznas el valle y el litoral. Y las depresiones frontales quedan relegadas a zonas más australes. Esta es la situación de verano.
Una tercera situación se da cuando el anticiclón del Pacífico se desplaza al norte y algo al weste: allí sucede que la baja térmica se ve obligada a batirse en retirada y el anticiclón deja espacio para que suban hacia el centro y el norte las bajas presiones del frente polar con todas las características de mal tiempo invernal.

Y todo el cuento es nada más que eso: quién desplaza a quién. Y el vencedor ejercerá su poder en el continente y en nuestras costas.

Veamos un poco quiénes son estos grandes actores:


1) EL SEÑOR ANTICICLÓN DEL PACÍFICO SUR

Es el que manda. Si él está dominando, sus compañeros de escena guardan distancia. Es un centro de altas presiones estacionario que se ubica en el Pacífico Sur. Se origina a partir de las masas de aire que, debido a que se enfrían y ganan peso, descienden en latitudes cercanas a la latitud 30ºS, sobre el océano. A medida que baja, adquiere calor por efecto del roce, de modo que nos entrega tiempo bueno y con agradables temperaturas.

Su acción es semifija: se desplaza en latitud según las estaciones. En invierno, se desplaza hacia el norte, hasta los 40º S, y en verano desciende a latitudes más altas, con lo cual las depresiones no pueden subir al centro y norte del país.

Sus vientos son de componente preferentemente S pero también pueden ser SW, y se deben a la circulación típica de los vientos del anticiclón (en sentido antihorario y saliendo desde una isobara de mayor presión hacia otra de menor presión). Por eso, si tenemos al anticiclón dibujado cerca de las costas, debemos entender que tendremos buen tiempo, pero si sus líneas isobaras están muy cerca unas de otras, muy apretadas, preparémonos para fuertes vientos: típica situación de septiembre con los llamados surazos.

Por su extremo norte, las isóbaras determinan el origen de vientos del E, muy constantes en dirección e intensidad: los vientos alisios. No obstante, en la región norte de Chile, los vientos que predominan son del S y SW durante todo el año. Ellos forman parte del sistema de los alisios, aunque no presentan aquí el típico componente E de tales vientos.

Las isóbaras del extremo sur del anticiclón se orientan de W a E, presentándose más apretadas y dando origen a vientos del W para la zona sur y austral de Chile.


2) LA OPORTUNISTA BAJA TÉRMICA CONTINENTAL

Esta es una baja presión que se origina en la meseta amazónica, caliente y cargada de humedad. Es de origen térmico, por eso se escribe en las cartas sinópticas con una b (minúscula). Su masa de aire es tropical continental. Una prolongación de la baja térmica hacia la costa sudamericana es la vaguada costera. Ya veremos, en una próxima oportunidad, detalles sobre esta dama. Por el momento, debido a su aire húmedo y cálido, diremos que carga de neblinas nuestras costas en cuanto el anticiclón se debilita. Trae vientos del norte, no siempre fuertes, a veces casi no tenemos viento, y esperamos pacientemente a que el sol del mediodía caliente la tierra, el aire se eleve y el viento comience a rolar discretamente al W o SW para darla por retirada y poder dar inicio a nuestras regatas. Siempre nos complica la visibilidad.

Nos trae nubosidad estratificada, que se mantiene por largos periodos. En el norte es la “camanchaca”. Trae lloviznas, pero por sobre todo mala visibilidad. Sus vientos, si los hay, son poco intensos.

2) EL EXPECTANTE FRENTE POLAR

Es una franja en donde se producen las llamadas depresiones móviles, como resultado de la lucha por prevalecer entre aires cálidos provenientes del ecuador y aires fríos provenientes de los polos. Cada masa de aire va en sentidos opuestos, y se cruzan, y se enfrentan produciendo estos personajes conocidos como depresiones frontales, móviles todos ellos. Está ubicado a la altura del Golfo de Penas. Desde allí se desplaza hacia el norte o hacia el sur según las estaciones y según se mueva el anticiclón. Está, pues, a la expectativa de ver qué hace el anticiclón, pues en cuanto pueda moverse hacia arriba, sin duda, lo hará. En caso contrario, la furia desatada en la zona sur se verá reflejada en el centro y norte del país en forma de marejadas o mar de fondo.

Estos ciclones desprendidos del frente polar, del lado occidental del océano Pacífico, se desplazan en sentido W-E, atraviesan el océano y llegan al continente transportando el mal tiempo a diferentes partes del país.

En verano, se desplaza al sur y, junto con el anticiclón del Pacífico, limitan la trayectoria de las depresiones desde latitud 50º al sur. Su campo de acción llega hasta Chiloé por el sur y Temuco y Victoria por el interior.

En invierno acompaña al anticiclón en su desplazamiento hacia el norte, de modo que las depresiones toman otro rumbo, entre Constitución y Raper. También ocurre en ocasiones que estas depresiones se pueden desplazar aún más arriba, cerca de los 30ºS, al norte de la isla Juan Fernández. Cuando esto sucede, y puesto que el desplazamiento de las depresiones es en sentido W-E, tales fenómenos afectan a Valparaíso. Es por ello conveniente consultar la situación sinóptica de Juan Fernández cuando queremos tener un mayor espectro de información meteorológica para la V Región, sabiendo que en cuestión de unas 19 horas o más tendremos lo mismo en el litoral central.

Ahora bien, si estas depresiones de Juan Fernández traen gran energía y vienen muy perpendicular al continente, pasarán de largo hacia los valles, chocarán con la cordillera de Los Andes y descargarán sus aguas primero en Santiago y después en las costas.

Cosas del tiempo. Situaciones agradables o en extremo desagradables, pero, si lo pensamos, no son ni más ni menos que acomodos de estos actores para mantener el equilibrio de la escena en la cual desplegamos nuestras velas o nos vemos obligados a hacer...mutis por el foro.

¡Hasta la próxima!

lunes, 17 de marzo de 2008


Me hubiera encantado haber sido yo la protagonista de tan espectacular pesca: 2 salmones chinook, de 14 kilos y 15,20 kilos respectivamente... una maravilla. Y lo más espectacular, pescados con nylon 0,35. El personaje de la foto es Jorge Coghlan.



Pero, para que vean el tamaño, heme aquí con un salmón en brazos... Jorge está detrás de mí por si me caigo...


Y, aunque sólo sea para presumir... apenas me los puedo...


¿Quieres saber algo sobre la vaguada costera?

¿Quién no ha oído hablar de nuestra vaguada costera?
Tanto para quienes navegan como para los que visitan el litoral, la presencia de una vaguada costera supone de inmediato días nublados con muy pocos vientos.

Y decimos que es “nuestra”, porque en muy pocos países del mundo se da esta forma isobárica. La tenemos, por ejemplo, en California y en África, cerca del Cabo, y en aquellas costas que cumplen con la característica de poseer una larga extensión y que miren al occidente. No son muchas.

Para recordar, diremos que es una prolongación de la baja térmica continental. Esto significa que en la zona del Amazonas, en donde existe una alta temperatura, se produce gran evaporación dando por resultado un ascenso de la masa de aire con la consecutiva baja de presión en el lugar. De allí el nombre de “térmica”. Un brazo de ésta desciende en forma de punta o letra “V” (Fig.1), sobre las costas del norte, centro y, a veces, parte del sur de Chile con el nombre de vaguada costera.

Fig.1.- vaguada costera “b”, con isobara 1016 (16), y un centro pequeño de baja presión 1012 - 1013 hPa, descendiendo desde el norte hasta la octava región.

Esta baja térmica no está asociada a sistemas frontales. Se sabe que las vaguadas más intensas se forman después del paso de un sistema frontal frío, cuando una forma anticiclónica fría de carácter migratorio pasa por el Pacífico dirigiéndose a la zona central de Argentina. Veamos qué ocurre:
1. El aire fuertemente calentado del norte genera en Copiapó (aproximadamente), una baja presión de origen térmico dentro de la vaguada que, aunque pequeña, es capaz de desplazar el trayecto del anticiclón de vuelta al weste. Eso le permite a la vaguada llegar incluso hasta la zona de Concepción por el sur.
2. Sector Sur de la vaguada: Puesto que la vaguada es una baja presión, sus vientos soplan en el sentido de los punteros del reloj hacia el centro, por lo tanto, los vientos se dirigen desde el E hacia el W, de continente a mar. Estos vientos provienen del anticiclón migratorio que llegó al país vecino y que, atravesando la cordillera hacia nosotros ha ganado calor por el roce (ver en la fig.1 la letra A en el lado argentino).
Al dirigirse estos vientos hacia el océano quedan cielos despejados con una alta temperatura. Sin embargo, esta situación favorece la persistencia de contaminantes atmosféricos, sobre todo en Santiago, ya que la capa de aire más frío que se encuentra sobre los 1000 metros de altura desciende y se produce una inversión térmica que actúa como un freno para la adecuada ventilación. De este modo el paso de una baja costera en la región central del país se asocia a una secuencia de algunos días de buen tiempo, con temperaturas en aumento y con bajo nivel de dispersión de la contaminación atmosférica.
3. Sector norte de la vaguada: siguiendo el giro de la circulación, el viento sopla desde el océano hacia la costa y el interior del país, empujando las nubes bajas tipo estratos hasta los contrafuertes cordilleranos.

Cuando la vaguada se mueve al sur lo hace en forma rápida, cambiando abruptamente esta situación: una vez iniciada, el centro de ésta pasa rápidamente, de modo que su parte norte se deja sentir con la presencia de vientos que cambian súbitamente a suaves vientos de componente Norte. El aire transportado es húmedo y frío, con lo cual se produce nubosidad matutina intensa y una disminución de la temperatura (Fig.2). La nubosidad suele disminuir pasado el mediodía por el calentamiento terrestre, cerca de las 15 horas, pero los vientos no aumentan significativamente de intensidad salvo en ocasiones.

Fig.2.- vaguada costera en desembocadura del río Maule, con abundante nubosidad estratiforme

Con la presencia de una vaguada costera la navegación se complica: la visibilidad podría verse reducida y no hay vientos suficientes para henchir nuestras velas llegando incluso a viento calma. Si el centro de la baja presión está en nuestra área de navegación, entonces la vaguada será más persistente y será poco probable que salga viento pasadas las 15 horas. Habrá que esperar su retirada con el giro de dirección del viento hacia el W, SW y S.

Así, pues, si nuestra regata está programada y coincide con el paso de la vaguada en la zona, existe una alta probabilidad de postergarla para el día siguiente. Verifique el meteo del día anterior, examine el actual y haga su apreciación para el tercer día. Si ha considerado, tan sólo, un paseo por la bahía, entonces puede presumir que tendrá que echar mano al motor. No es mal día para ir de pesca...

Una regata de optimist en plena vaguada: el mar está como espejo, la boya apenas toca la superficie y los veleritos no tienen mayor empuje. El cielo gris y parejo.


Por otro lado, si usted debe organizar la regata o el paseo en su velero procure pronosticar el desarrollo de la vaguada observando en la carta la posición del anticiclón al este de la cordillera de Los Andes y la presencia del cono de la vaguada por el norte: estime que en dos a tres días tendrá en pleno desarrollo el fenómeno que le arruinará los vientos. Eso le ayudará a considerar un plan B.


En resumen, una vaguada dura en promedio tres días, incluyendo el tiempo en que sólo se está manifestando como día caluroso con mala ventilación. Comienza, entonces, con días de buen tiempo, altas temperaturas y poco viento, para terminar con nieblas costeras de superficie, frío y casi calma… ¡¡qué vaguada!!